El vino dulce con denominación de origen Málaga se elabora principalmente a partir de la uva moscatel y Pedro Ximénez. Hay muchas variedades: lágrima, dorado, negro, moscatel, pale cream, (que es típico en feria) y su color va desde el amarillo pasando por el ámbar hasta el negro. Es delicioso pero tiene un peligro… Su sabor dulce y afrutado hace que entre casi como un zumo, sin embargo el alcohol que lleva no es el de un zumo precisamente, aunque de eso no te acuerdas hasta mucho más tarde. El que haya pasado por una borrachera de vino dulce sabe de lo que hablo… Como aperitivo o acompañando postres es genial, y en cocina también se utiliza mucho, tanto para platos dulces como salados.  No  recuerdo de dónde salió la botella que he utilizado, pero no me diréis que la etiqueta no es genial, “typical spanish” del todo. Esta receta es sencillísima de hacer y sale muy, muy buena, especialmente para los amantes de los contrastes dulce/salado. Además queda un plato de lo más aparente, de “restaurante apupiti”, como decimos en mi casa.

Ingredientes:

  • 6 medallones de solomillo de cerdo
  • 150 ml vino dulce de Málaga
  • 60 g azúcar moreno
  • 25 g nueces
  • 25 g avellanas
  • 25 g ciruelas pasas
  • aceite
  • sal
  • pimienta

En un cazo ponemos el vino junto con el azúcar a hervir a fuego fuerte durante 5 minutos. Incorporamos los nueces, las avellanas y las ciruelas a trozos. Dejamos cocer a fuego medio hasta que la salsa haya reducido y sazonamos con sal y pimienta. Mientras tanto salpimentamos los medallones y los doramos por ambos lados a fuego fuerte. Sacamos el solomillo y desglasamos la sartén con un poco de vino. Añadimos este jugo a nuestra salsa, mezclamos bien y dejamos que hierva todo junto un poquito más. Servimos los medallones con la salsa y listo.