Mi “marío” estuvo viviendo un tiempo en Alemania y le encantaban los dulces y tartas de allí, bastante diferentes a los nuestros. Suelen llevar menos azúcar y trabajan muchísimo con frutas y bayas. El strudel de manzana o Apfelstrudel es un postre tradicional típico del sur de Alemania y de Austria y al parecer su origen está en el famoso baklava árabe, otra delicia hecha con la finísima pasta filo. Esta receta es muy fácil, se hace en un momento y sale deliciosa. Para los impacientes es genial porque no hay que esperar que se enfríe, lo suyo es tomarlo todavía caliente y crujiente del horno. Acompañado de nata o de una bola de helado ya es de nota.

Ingredientes:

  • 2 manzanas
  • 65 g azúcar moreno
  • 50 g pasas
  • 50 g almendras molidas
  • la ralladura y el zumo de 1 limón pequeño
  • 1/2 cdta. mezcla de especias (canela, cardamomo, clavo, nuez moscada, jenjibre y pimienta). Si no tenéis todas no pasa nada, pero es importante que lleve canela.
  • 90 g mantequilla fundida
  • 12 láminas de pasta filo
  • azúcar glas

Precalentar el horno a 200º. En un bol mezclamos la ralladura y el zumo del limón, el azúcar, las especias, la mitad de las almendras molidas, las pasas y las manzanas peladas, descorazonadas y cortadas en daditos.

Sobre un trapo de cocina colocamos 4 láminas de pasta filo una encima de otra, pincelamos  con mantequilla fundida y distribuimos sobre ella un tercio del polvo de almendra que nos queda. Repetimos esta operación dos veces más: láminas de pasta filo, mantequilla, almendras, láminas, mantequilla y almendras de nuevo. Ahora distribuimos la mezcla de manzana a lo largo de la mitad inferior de la masa, dejando un margen por los bordes de unos 2,5 cm. para poder cerrarla bien. Con la ayuda del trapo vamos enrollando la masa sobre el relleno empezando por el extremo más cerca de nosotros hasta cerrarlo del todo. Remetemos los extremos hacia abajo.

En una bandeja de horno colocamos papel parafinado y lo engrasamos. Pasamos el strudel a la bandeja y lo pincelamos con mantequilla antes de meterlo en el horno. Tarda unos 20-25 minutos, hasta que veas que está dorado y crujiente. Al sacarlo se espolvorea un poco de azúcar glas por encima y listo. A disfrutar.