Me parece fascinante que inaugure yo esta  nueva sección  de ensaladas y no mi
bloguera némesis, que es mucho más de comer alfalfa que yo.
En realidad tiene truco, ya que aunque ensalada, también incorporo algo de fritos.
El hecho de que Papi-papito se encontrara de viaje me permitía esmerarme un poquito más con las ensaladas de Mami-Mamita, y sacarle del hastío lechuguil-tomatil en que se haya sumida.

Ingredientes

Para la ensalada

– 1 Bolsa de rúcula
– 10 Tomatitos cherris
– 1 Rulo de queso de cabra
– 1 Cebolla
– 1 cucharada de azúcar moreno
– 3 Rebanadas de pan de pueblo
– Aceite
– 1 Huevo
– Harina
– Pan rallado

Para la vinagreta

– 3 Cucharadas de Aceite de oliva
– 1 Cucharada de mostaza
– 1 Cucharada de vinagre balsámico de módena
– 2 cucharaditas de miel
– 1 Pizca de sal
– 1 Pizca de pimienta

Lavamos la rúcula, secamos y vertemos en una fuente para ensaladas.
Cortamos la cebolla en juliana y comenzamos a pochar con poco aceite en la sartén,
cuando este transparente echamos el azúcar moreno y seguimos sofriendo hasta
que caramelice.
Cortamos el pan en daditos y freímos en 2 dedos de aceite hasta que este coscurrito.
Cortamos el queso de cabra en medias lunas y pasamos por la harina, el huevo batido
y el pan rallado, freímos en aceite bien caliente hasta que dore.
Cortamos los tomatitos por la mitad y mezclamos con cuidado todos los ingredientes
en la fuente.

Para la vinagreta mezclamos bien todos los ingredientes con una varilla y vertemos
sobre la ensalada.