Ya sé que freír las patatas para la tortilla en el micro puede ser considerado un sacrilegio. Ya sé que se cuecen más que se fríen y que por supuesto el resultado no es el mismo. Lo sé, pero es taaan cómodo…, y sigue saliendo buenísima.

Al contrario que mi némesis en este blog, Chef Poporo, yo no soy nada de fritangas. No es que sea talibana con los fritos, me vuelven loca unas buenas croquetas, unas tortillitas de camarones, unos mejillones tigre…, pero en general prefiero otros métodos en la cocina. Los fritos me resultan pesados al estómago, no son lo más sano del mundo y además freír me da mucha pereza, (haciendo honor a mi pseudónimo). ¡Ah! Y odio cómo se queda la cocina luego. Total, que cuando quiero hacer una tortilla rápida cocino las patatas al micro y luego la termino en la sartén. Se utiliza mucho menos aceite y es más limpio, haced la prueba un día.

Esta versión es con tomates secos al natural, pero también se pueden utilizar los que vienen ya en aceite. Le aportan a la tortilla un sabor muy rico.

Ingredientes:

  • 4 patatas medianas
  • 1 cebolla pequeña
  • 8 tomates secos
  • 4 huevos
  • aceite
  • sal

La cebolla se corta en juliana y los tomates en trocitos pequeños. Las patatas se hacen láminas. Al ir al micro hay que intentar que queden todas más o menos del mismo grosor, para que se hagan por igual. Llevamos patatas, cebolla y tomates a un recipiente apto para microondas que tenga tapa y añadimos un buen chorro de aceite y un poco de sal, (no mucha, los tomates ya son salados). Se remueve bien para que el aceite impregne todos los ingredientes y se cocina tapado a potencia máxima entre 10-15 minutos. Como el tiempo depende de cosas como el micro o el corte de la patata, es bueno parar a la mitad, darles una vuelta y comprobar cómo van. Pinchadlas con un tenedor para ver si están hechas.

A partir de este momento es igual que con el método tradicional. Se sacan las patatas y se escurren del aceite sobrante. Se baten los huevos y se incorporan removiendo bien. Se corrigen de sal y se reservan.

En una sartén antiadherente se calienta un poquito de aceite y se añaden las patatas. Cuando veamos que está cuajada por un lado y se desprende bien de los bordes se le da la vuelta con decisión ayudándose de un plato llano. Se le puede dar un par de vueltas más hasta que esté bien cuajada.

Una de mis cenas favoritas de todos los tiempos: tortilla de patatas, picadillo de tomate y un buen pan para mojar en el aliño. Qué rico…