Internete es una fuente muy útil a la hora de buscar recetas, yo la utilizo
mucho cuando quiero hacer algo específico que nunca he hecho. Miro varias recetas
y luego lo adapto a mi gusto.
Pero la cosa se complica si lo que buscas es repostería, porque ahí las recetas
tienes que seguirlas más a rajatabla y claro te encuentras con que lo que tú
crees que es una cucharadita no lo es, lo mismo con cucharada.
Otras veces la receta viene de algún voluntarioso repostero de Sudamérica
y claro, los conceptos no son los mismos, incluso lo que tú crees una cosa para
ellos es otra.
Eso es lo que me pasó con esta receta, buscando una receta para Halowen di
con estas galletas de calabaza en una página que he vuelto a buscar y no encuentro.
El problema fue que las medidas te venían en cucharadas (yo prefiero que a partir
de tres cucharadas me lo digan en gramos), y te venían 10.
Ya antes de añadir la harina la receta me decía que debia tener una pasta y yo
tenía un líquido, pero bueno, al final conseguí salvarlo más o menos añadiendo
casi el doble de harina.
Te quedan unas galletas muy dulces y sabrosas

Ingredientes

– 3 Huevos
– 50 Gramos de mantequilla
– 150 Gramos de harina aproximadamente
– 150 gramos de azúcar morena
– 100 Gramos de avellanas
– 1 Vaso de puré de calabaza
– 10 Gramos de levadura química

Mezclamos la mantequilla con el azúcar con unas varillas, seguidamente añadimos
los huevos y el puré y seguimos removiendo.
Añadimos la harina y mezclamos, nos tiene que quedar una pasta, si está muy líquido
añadimos más harina (la Carmita).
Partimos las avellanas en dos y se las añadimos a la masa. Mezclamos bien.
Precalentamos el horno a 180 grados y colocamos con una cuchara pegotones de la masa sobre la bandeja.
Horneamos 15 minutos y listo.