Me encantan este tipo de platos que con cuatro ingredientes de fondo de despensa dan tan buen resultado. Se nota que es un plato tradicional, de los que hacía la gente con lo que daba el campo: cebollas, pimientos, ajos, patatas y un poco de chorizo de la última matanza. No hace falta nada más para tener un plato de cuchareo estupendo para combatir el frío del invierno. Si además os gusta el picante y le añadís un poquito de chile molido, os aseguro que entráis en calor antes de que os acabéis el plato.

La única condición para que la receta salga bien es que el chorizo sea bueno. Yo he utilizado el que nos trae mi padre de su pueblo, Paradas, (en Sevilla). Es poco curado y se deshace cuando le quitas la tripa, pero está delicioso y además tiene poca grasa. Me gusta el chorizo pero no me gusta nada esa capa de grasa roja que se forma encima del plato cuando utilizas uno que es todo tocino. Ya sé que el chorizo no es dietético precisamente, pero hay chorizos y chorizos. Bueno, pues un plato sencillo de hacer y que queda buenísimo.

Ingredientes:

  • 1 kl. patatas
  • 1/4 kl. chorizo
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 4 dientes de ajo
  • 3 pimientos secos choriceros
  • 1 hoja de laurel
  • 1/2 cdta. chile molido (opcional)

Picamos pequeño el pimiento verde y la cebolla. Laminamos 2 de los 4 ajos y los otros 2 los majamos y reservamos. Ponemos  a sofreír la cebolla, el pimiento y el ajo laminado a fuego medio con un poco de aceite y sal hasta que esté blandito, pero sin que llegue a dorarse. Añadimos el chorizo a rodajas y le damos una vuelta. Los pimientos secos los remojamos un rato en agua caliente para que se rehidraten. Con la ayuda de una cucharilla separamos la carne de 2 de ellos y descartamos la piel. El otro lo cortamos entero a tiras. Incorporamos las patatas a cascos, la hoja de laurel, los pimientos choriceros, el chile molido y cubrimos de agua. Al primer hervor agregamos los ajos machacados, removemos y dejamos cocer hasta que las patatas estén tiernas. Para espesar un poco el caldo trituramos con el tenedor unos trozos de patata y mezclamos bien. Ya lo tenemos listo para comer aunque como pasa con muchos guisos, está más bueno al día siguiente.