Ya tenemos unas cuantas recetas de lentejas en el blog y curiosamente todas son del Chef Poporo, que no las prueba. A mí es una de las legumbres que más me gustan, además tienen la ventaja de que no necesitan remojo y eso para las malas cabezas es un plus. Son muy versátiles en la cocina, sólo hay que ver recetas tan diferentes como la sopa de lentejas rojas o las tortitas de lentejas.

La lenteja roja es una variedad que no se utiliza demasiado en nuestro país, está mucho más extendida en la cocina asiática y especialmente en la India, donde disponen de una variedad increíble de lentejas y un plato de “dahl” nunca falta en la mesa, bien como acompañamiento o como aperitivo, tomándolas en forma de “dip” mojando sus riquísimos panes y utilizándolos a modo de cuchara.

La lenteja roja está pelada así que si tenéis problemas de digestión ésta es vuestra lenteja. Al no tener piel tiende a deshacerse con facilidad, ideal si lo que queréis hacer es una crema o puré. Un apunte nutricional, las lentejas son una fuente de proteína vegetal fantástica, y si las combinamos con algún cereal conseguimos todos los aminoácidos esenciales en un mismo plato, convirtiéndose en una proteína “completa”. Se encuentran fácilmente en herboristerías y por supuesto en tiendas especializadas en productos asiáticos. Yo las tenía de haber ido con mi amiga Inma a pertrecharnos de productos indios después del curso que hicimos con Pepekitchen, donde aprendimos recetas buenísimas como la de dahl o aperitivo cremoso de lentejas.

Ingredientes:

  • 300 g lentejas rojas
  • 1 calabacín
  • 1 berenjena
  • 3 zanahorias
  • 2 pimientos verdes
  • 1 puerro
  • 1 cebolla
  • 3 dientes de ajo
  • 250 ml tomate triturado
  • 1/2 cdta. jengibre molido
  • 1/2 cdta. nuez moscada
  • 1/2 cdta. comino molido
  • 1/4 cdta. pimienta negra molida
  • aceite
  • sal

Lavamos bien las lentejas y las reservamos. En la olla rápida rehogamos en un poquito de aceite el puerro, la cebolla, los pimientos y los ajos, todo picado y con un poquito de sal. Añadimos la berenjena, el calabacín y las zanahorias troceadas y les damos una vuelta. Añadimos el tomate triturado y dejamos cocer unos 10 minutos cuidando que no se pegue.  Ahora tenemos dos opciones según gustos, podéis triturar las verduras o podéis dejarlas así si os gustan los tropezones. Yo suelo optar por una versión intermedia, parte paso por la batidora para darle cuerpo al caldo y parte dejo tal cual. Incorporamos las lentejas, cubrimos con agua, añadimos las especias y cerramos la olla. Las lentejas rojas se hacen antes que las normales, así que con unos 10 minutos desde que empiece a soltar el vapor será suficiente. Dejamos enfriar la olla, abrimos, rectificamos de sal si es necesario y listas para disfrutar.

Están deliciosas y al ser sólo vegetarianas son muy ligeras, no te quedas muert@ luego aunque te zampes un buen plato. Nosotros pensábamos tomarlas otro día con algo de chorizo o morcilla para variar, pero estaban tan buenas así que no nos cansamos de repetir.