¿Sois de l@s que beben agua cuando la comida pica? Pues resulta que el agua en estos casos nos sirve de bien poco, por no decir que empeora la situación. La explicación está en que el componente que da el sabor picante, la capsaicina, es graso y no soluble en agua, por lo que el agua “resbala” sobre él y no lo arrastra. Resulta mucho más eficaz una miga de pan, y mucho mejor lo que hacen los indios, que de pique saben un montón. Ellos acompañan sus comidas con lassi, que es un batido de yogur que refresca mucho y ayuda a que no te pases la comida llorando a moco tendido. ¿Y por qué funciona? pues como se explica en este post sobre el picante,  porque la leche tiene grasa, que ayuda a diluir la capsaicina, y además contiene caseína, que envuelve a la molécula de la capsaicina y la hace inservible. Para que luego digan que la química en la cocina es un invento de los chefs modernos.

Todo esto viene a que estas lentejas son picantes, aunque el grado ya lo decidís vosotr@s. La receta la aprendimos en uno de los cursos de cocina de Pepekitchen en el que estuve con mi amiga Inma y Limones. Nos lo pasamos estupendamente con Pepe y l@s demás compañer@s, y aprendimos a hacer un montón de platos indios riquísimos: chutney de mango, lassi, pan naan, pollo tikka massala… Lo típico es tomar estas lentejas en plan dip, mojando el pan naan o los papadooms en ellas. Nosotros nos hicimos unos papadooms con pimienta que tenía de mi última compra de productos indios, más pique todavía. Son unas tortitas muy finas y crujientes de harina de lentejas con un sabor muy curioso que venden ya listas para terminarlas en la sartén o en el microondas. Ideales para dipear.

Ingredientes:

  • 200 g lentejas peladas, (yo utilicé de las rojas)
  • 40 cc aceite o mantequilla, (lo suyo es utilizar ghee, mantequilla clarificada. Yo utilicé unos 50 g, con cc  no me aclaro)
  • 2 cebollas medianas
  • 6 dientes de ajo
  • 4 cdas. tomate concentrado
  • 2 cdas. mezcla de especias garam masala, (si no tenéis podéis utilizar cúrcuma)
  • 2 cdtas. jengibre rallado
  • guindilla al gusto
  • sal
  • cilantro fresco

Rallamos las cebollas o las picamos muy finamente y las rehogamos en el aceite, mantequilla o ghee junto con el ajo picado y un poco de sal. Añadimos las lentejas lavadas y escurridas, incorporamos 2 vasos de agua, el tomate, la guindilla, las especias y dejamos cocer a fuego suave removiendo de vez en cuando para que no se nos peguen hasta que estén tiernas y cremosas. Si vemos que se nos quedan muy secas podemos añadir más agua. Yo las tuve unos 20-25 minutos. A la hora de servirlas las decoramos con cilantro fresco picado, también les va muy bien tomate maduro picado. Y ya sabéis, ¡tened preparado un vaso de leche cerca por si acaso! Que las disfrutéis.