Ya os conté con ocasión de la receta de los scones de pasas y de arándanos cómo me gusta este tipo de pan rápido tan típico del Reino Unido. Bueno, pues en esta ocasión os traigo una receta de scones salados riquísimos, ideales para un bocatita, para acompañar la comida o simplemente con un poquito de aceite para desayunar por la mañana como una reina. Tienen un sabor y un aroma a Mediterráneo increíble y encima son facilísimos de hacer porque no necesitan amasado, simplemente mezclar los ingredientes grosso modo y listo. Animaros a hacerlos y ya me contaréis.

Ingredientes:

  • 400 g harina leudante, (vale la Bizcochona misma, que venden en Mercadona)
  • 1/4 cdta. sal
  • 85 g mantequilla
  • 50 g aceitunas negras sin hueso picadas
  • 50 g tomates secos en aceite escurridos y picados
  • 85 g queso tipo feta desmigado
  • 200 ml leche y un poquito más para pincelar los scones
  • 1/4 cdta. pimienta negra molida

Como siempre, lo primero que hacemos es precalentar el horno, a 220º.

Preparamos una bandeja de horno con papel parafinado y lo untamos con aceite o mantequilla para que los scones no se nos queden pegados cuando se horneen.

Tamizamos en un bol grande la harina, la sal y la pimienta. Añadimos la mantequilla a trocitos y la frotamos con la harina hasta que queden como migas. Incorporamos las aceitunas, el tomate, el queso y removemos. Vertemos la leche y mezclamos rápidamente hasta que quede una masa homogénea.

Extendemos la masa en una superficie enharinada, formamos un rectángulo de unos 3 cm de grosor y cortamos cuadrados del tamaño que nos guste, (yo hice 8 piezas). Las pasamos a la bandeja que habíamos preparado, las pincelamos con leche y las horneamos unos 15-20 minutos. Yo suelo congelar los scones que no me voy a tomar en el día y luego los voy sacando para que estén siempre tiernos. Con unos minutos en la tostadora se descongelan perfectamente. ¡Que aproveche!

Fuente: “Repostería y Panadería paso a paso”, Love Food.