Pues sí, me ha dado por la cocina marroquí últimamente, y a mí cuando se me mete algo en la cabeza… Pero vamos, que puestos a que me dé por algo, mucho mejor que sea la cocina marroquí que la cría y reproducción del escarabajo pelotero, por poner un ejemplo. Mucho mejor, dónde va a parar.

La harira es una sopa muy reconstituyente que se suele tomar durante el Ramadán justo cuando se pone el sol, para romper el ayuno y preparar el estómago para el resto de la comida. Se elabora con legumbres y está aromatizada con perejil y cilantro. El caldo se espesa al final con un poco de harina desleída en agua y dependiendo de los gustos puede llevar trozos de cordero, bolitas de carne tipo kefta o pollo, y también se la puede enriquecer con fideos, huevos o arroz. Lo típico es tomarla acompañada de higos secos y dátiles. Nosotros lo hemos hecho con el pan de higos, dátiles y ciruelas que hice el otro día y la verdad es que le va que ni pintado, el dulce de los frutos secos con las especias y el picante de la sopa casan a la perfección. Está deliciosa, mira que es rica la  cocina marroquí.

Ingredientes:

  • 250 g garbanzos
  • 200 g pechuga pollo
  • 100 g arroz
  • 1 cebolla
  • 1 rama de apio, (unos 150 g)
  • 200 g concentrado de tomate
  • 2 cdas. cilantro fresco picado
  • 5 cdas. perejil fresco picado
  • 1,5 l caldo pollo
  • 2 cdas. colorante
  • 2 cdas. harina
  • aceite, (si tenéis de sésamo o cacahuete, podéis mezclarlo con el de oliva)
  • 1 cdta. pimienta (o menos, si no os gusta muy picante)
  • 1 cdta. jengibre molido
  • sal

La noche anterior ponemos los garbanzos en remojo.

Cocemos el arroz siguiendo las instrucciones del fabricante, lo escurrimos y  reservamos.

Picamos pequeño la cebolla, el apio y las hierbas. En la olla calentamos un fondo de aceite y lo sofreímos todo hasta que la cebolla esté blandita. Añadimos los garbanzos y la pechuga de pollo cortada en daditos. Le damos un par de vueltas y añadimos el colorante, sal, pimienta y jengibre al gusto, el concentrado de tomate y el caldo de pollo. Mezclamos bien y dejamos que cueza todo junto hasta que los garbanzos estén tiernos, (yo lo hice 20 minutos en olla rápida). Al final de la cocción diluimos la harina en un poco de agua y la vertemos en la sopa. Removemos hasta que el caldo espese, añadimos el arroz y ya la tenemos lista. Buenísima.

Adaptada de Delicias de Marruecos, Unilibro Ediciones, C.A.