Aprovechando una pequeña bajada en las temperaturas veraniegas, el otro día me atreví a encender el horno un rato. Quería hacer un curry de calabaza y me encanta cómo queda asada, mucho más que cocida, así que me armé de valor y me dispuse a adentrarme en el Averno. No fue para tanto, la verdad. La calabaza al horno mantiene una textura buenísima, suave pero firme, no como la cocida que absorbe muchísima agua y al final termina deshaciéndose. Además las  hierbas o especias que utilices para aliñarla penetran muy bien en su interior potenciando el sabor, que parece que se concentra con la acción del calor. Para rematar, la superficie que está en contacto con la bandeja se carameliza dándole un toque riquísimo. Resumiendo, que mereció la pena el ratito de calor.

Me gusta la calabaza en todas sus formas: en cremas y sopas, como la crema de calabaza y coliflor o la crema de calabaza y zanahoria a la Pimienta de Jamaica, en guisos como el cocido de verduras o el potaje de judías blancas con costillas, en bollitos y hasta en recetas dulces como las cookies de calabaza y avellanas o la mermelada de calabaza. Si encima su aporte calórico es mínimo, siendo por otro lado muy rica en fibra y vitaminas… pues a comer calabaza, oiga.

Ingredientes:

  • 1 kl calabaza
  • 1 cda. miel
  • 1 cdta. semillas de cilantro machacadas
  • 1 cdta. chile picante molido
  • 1/2 cdta. canela molida
  • 250 g garbanzos cocidos
  • 1 cebolla
  • 1 cdta. jengibre molido
  • 1 cdta. cúrcuma
  • 1/2 cdta. comino molido
  • 5 vainas cardamomo partidas
  • 3 clavos
  • 6 cdas. ghee (mantequilla clarificada), mantequilla o aceite

Lo primero que vamos a hacer es preparar la calabaza para asarla. Le quitamos la piel y con la ayuda de una cuchara la vaciamos de semillas. La cortamos en trozos de unos 2 cm y la reservamos. Mezclamos la miel con 3 cucharadas de ghee, mantequilla o aceite. Lo calentamos un poco para que se mezcle bien y añadimos las semillas de cilantro, el chile y la canela. Removemos y con esta preparación untamos los trozos de calabaza, que vamos colocando en una fuente de horno. La asamos a 200º hasta que esté tierna, una media hora.

Mientras tanto vamos preparando el resto de la receta. En una cazuela ponemos a calentar 3 cucharadas de ghee o de la grasa que vayamos a utilizar y pochamos una cebolla cortada en juliana con un poquito de sal. Cuando empiece a dorarse añadimos los garbanzos cocidos, medio vaso de agua y el resto de las especias, (a mí me gusta hacer mi propio curry mezclando las especias que me parece, pero si no disponéis de ellas podéis cambiarlo por 3 cucharaditas de curry en polvo y listo, sin complicaciones).  Dejamos que cueza todo junto unos 5 minutos. Añadimos la calabaza, rectificamos de sal si es necesario y mantenemos al fuego otros 3-4 minutos para que se mezclen los sabores. Ya lo tenemos listo. Sabroso, aromático, dulce y a la vez ligeramente picante, riquísimo. Para que luego digan que la comida vegetariana es sosa…