Espirales de hojaldre de pesto y aceitunas negras y de pizzaUna de las reglas básicas cuando tienes invitados a comer es no utilizarlos de conejillos de indias. Es decir, lo mejor es hacer platos que ya conoces y que controlas dejando las pruebas del laboratorio I+D para tu sufrida pareja/familia. Ella, que para eso te quiere con locura, probará lo que le pongas por delante sin rechistar. Y ella también, que puede ser totalmente sincera, te dirá desde el cariño más absoluto, faltaría más, que esa crema tan sofisticada de aguacate con queso gorgonzola y cigalas al horno que has preparado, resulta que sabe a vómito. Vaya por dios.

 Y sin embargo yo encuentro cierto placer en saltarme alegremente esta norma cada dos por tres, lo que me ha proporcionado momentos tan inolvidables como vergonzosos a lo largo de distintas celebraciones. Será que me gusta el riesgo, esa incertidumbre de no saber hasta el final si tendré que salir corriendo a la pollería de la esquina a que me arreglen la cena de Fin de Año. ¿Y a qué viene toda esta digresión? Pues a que si sois como Barney de “Cómo conocí a vuestra madre” y pensáis que “new is always better”, (“lo nuevo siempre es mejor”), una manera de innovar sin arriesgar demasiado es hacerlo con los aperitivos. Me encanta el picoteo y cada vez que tengo ocasión pruebo cosas nuevas. Estos hojaldres salados son una apuesta segura y además son fáciles y rápidos de hacer.

Ingredientes:

  • 1 placa de hojaldre
  • 1 huevo batido

Para el relleno de pesto:

  • salsa pesto
  • aceitunas negras

Para el relleno de pizzaEspirales de hojaldre de pesto y aceitunas negras y de pizza:

  • pasta de tomates secos, (la encuentro en Lidl y está buenísima, pero si no tenéis puede servir tomate frito)
  • salami
  • queso rallado
  • orégano

Precalentamos el horno a 200º  y preparamos una bandeja con papel parafinado.

Desplegamos la placa de hojaldre y la cortamos en dos trozos. En uno de ellos extendemos unas 3 cucharadas de pesto y distribuimos por toda su superficie unas 3 cucharadas de aceitunas negras troceadas, a las que les habremos quitado el hueso, claro. Ayudándonos del papel en el que viene enrollamos el hojaldre sobre sí mismo por la parte más larga, cortamos rodajas de unos 2 cm. y las vamos colocando en la bandeja.

Vamos con el otro trozo de hojaldre. Extendemos unas 3 cucharadas de la pasta de tomate, picamos unas 8-10 rodajas de salami y lo distribuimos por toda la superficie, espolvoreamos con orégano y luego con queso rallado. Enrollamos y cortamos en rodajas de la misma forma que el anterior y disponemos en la bandeja. Antes de entrar en el horno pincelamos nuestras espirales de hojaldre con huevo batido y las horneamos durante unos 15-20 minutos, hasta que el hojaldre haya subido y esté dorado. ¿A que es fácil? Que las disfrutéis.