Bien, panaderos y panaderas en potencia, cocinillas del mundo que lleváis pensando un tiempo en probar a hacer pan pero que todavía no os habéis atrevido, curiosos del alma humana que queréis entender qué de especial tiene eso de hacer pan que hace a la gente hablar de ello como si se tratara de una experiencia religiosa, escépticos que no entendéis cómo se puede afirmar tener “amor al pan” sin sonrojarse… ha llegado vuestro momento y ya no hay excusas que valgan. Este post está pensado con mucha ilusión para personas que se adentran en esta aventura sin retorno por primera vez, una receta de pan básico perfecta para comenzar en esto de la panadería casera. Sin ingredientes o harinas raras, sin masas madres, sin instrumentos profesionales… sólo harina, agua, levadura, sal, un horno, tiempo y tus manos. No hace falta nada más. ¡Pues vamos a ello!

La receta que tradicionalmente se considera la básica para hacer pan, y a partir de la cual ya nos podemos complicar todo lo que queramos, es la siguiente:

  • 100% harina
  • 60% agua
  • 2% levadura
  • 2% sal

Receta básica de pan¿Y qué significa esto? En las recetas de pan descritas en porcentajes la harina siempre es el 100% y el resto de los ingredientes se consideran en relación a ella. Es decir, en este caso por cada 100 g de harina añadiríamos 60 g de agua, 2 g de levadura y 2 g de sal. Pero así nos saldría un bollito muy pequeño, así que vamos a aumentar un poco las cantidades para que nos salga una buena hogaza o dos piezas más pequeñas. La receta quedaría así.

Ingredientes:

  • 500 g harina de fuerza
  • 300 g agua
  • 10 g levadura fresca de panadería, (o unos 3.5 g de la seca)
  • 10 g sal

Receta básica de panCon la sal y el agua no vamos a tener problemas, hablemos un poco del resto de ingredientes por si acaso hay alguien que no sepa dónde encontrarlos.

La harina de fuerza y la levadura fresca de panadería o levadura prensada ya se pueden conseguir en muchos supermercados, en Mercadona mismo las tienen, (la levadura está en la sección de refrigerados, donde la mantequilla, en pequeños paquetes de dos cubitos de 25 g cada uno). Otra manera fácil de encontrar ambas cosas es dirigiros a una panadería que tenga obrador propio, que no vendan el pan precongelado sino que lo hagan allí. Si hacen pan seguro que tienen harina y levadura y os las pueden vender. Si no encontráis harina de fuerza se puede hacer con la harina de toda la vida, es sólo que la de fuerza hace que el pan  “suba más” y como es nuestro primera vez queremos ponernos las cosas lo más fácil posible, ¿no?

En cuanto a levaduras, la otra variante que podéis utilizar si no encontráis la fresca es la seca o deshidratada, y ya se puede encontrar también en cualquier supermercado grande, pero tened cuidado al comprarla para no confundirla con la levadura química de repostería tipo Royal, debe especificar claramente que es para panadería, la otra no sirve. Yo las he visto de las marcas Vahiné y Maizena, y vienen en paquetes con varios sobrecitos de unos 4-6 gramos cada uno. A la hora de utilizar este tipo de levadura debéis considerar que es 3 veces más concentrada que la fresca, es decir, que si en una receta tenéis la cantidad en gramos de levadura fresca que debéis utilizar, tenéis que dividirla entre 3 y usar sólo esa cantidad de levadura seca.

Haciendo un inciso, en cuanto a ingredientes e instrumentos que nos pueden ayudar si resulta que os gusta esto de hacer pan, os recomiendo que os paséis por El Amasadero. Su lema ya lo dice todo: “¿Hacemos pan?”. Se trata de una tienda on line en la que vais a encontrar todo lo necesario y mucho más para hacer pan en casa. Harinas muy variadas y de gran calidad, moldes, piedras de hornear, termómetros, básculas, guantes de horno, cestillos de fermentación, cuchillas, medidores, palas… el paraíso para una aficionada a hacer pan como yo. Si además el servicio es eficiente y el trato sorprende por lo personal y amable, (especialmente tratándose de una tienda on line, en la que todo suele ser muy frío y automatizado), pues mejor que mejor. Pero bueno, todo a su tiempo… sigamos con la receta.

Hasta aquí bien, ¿a que sí?, ya tenemos todos los ingredientes y hemos visto que se pueden encontrar con mucha facilidad, pues el resto es igual de sencillo.

Lo primero es remangarse bien, ponerse un delantal y quitarse los anillos, no vaya a ser que alguien se encuentre una sorpresa inesperada en nuestro delicioso pan y se parta un diente.

  1. En un bol grande colocamos la harina y frotamos la levadura con ella hasta desmigarla en trocitos  pequeños, (si es de la seca la mezclamos con la harina y listo). Hacemos un hueco en el centro  y vamos incorporando el agua poco a poco mezclándola con la harina hasta que la haya absorbido toda y no quede harina seca. Añadimos la sal y volvemos a mezclar.
  2. Ahora es el momento de divertirse, toca amasar. Untamos nuestra superficie de trabajo y las manos con un poco de aceite y colocamos nuestra mezcla, que en este momento será ligeramente pegajosa. Esta masa no es muy húmeda, para que no se nos pegue mucho y nos sea más fácil de trabajar, pero es verdad que también es más durilla y tendremos que sacar un poco de músculo. Mejor, así hacemos algo de ejercicio… Amasamos durante unos 10 minutos, estirando y recogiendo la masa, doblándola sobre sí misma intentando atrapar aire dentro.  Es bueno hacer pequeños descansos de unos 5 minutos cada 2-3 minutos. Cuando vuelvas a la masa no lo podrás creer, habrá cambiado de consistencia y será mucho más maleable, ya verás. Al final debemos acabar con una masa elástica y homogénea.
  3. Masa de pan antes de fermentar

    Antes de fermentar

    Hacemos una bola con la masa y la colocamos en un bol aceitado y tapado con papel film. Dejamos fermentar en un lugar cálido 1 hora aproximadamente, hasta que veamos que ha doblado de volumen.

  4. Cuando haya subido la sacamos de nuevo a la mesa aceitada y la presionamos suavemente con las manos para sacarle un poco del aire que ha acumulado, a esto se le llama “desgasificar” la masa. Volvemos a amasar suavemente unos segundos, dividimos la masa si vamos a hacer 2 hogazas y volvemos a hacer una o dos bolas. En una bandeja de horno colocamos papel parafinado espolvoreado de harina para que no se nos pegue y sobre él disponemos nuestra/s hogaza/s. Ahora tenemos que dejar fermentar como otra hora, así que cubrimos de nuevo y a esperar.

    Masa después de la fermantación

    Después de fermentar

  5. Precalentamos el horno a 250º arriba y abajo hasta que esté bien caliente. Antes de entrar el pan al horno lo espolvoreamos con un poco de harina para darle un toque rústico y le hacemos unos cortes en forma de cruz con un cuchillo bien afilado, un cúter o una cuchilla. Podemos vaporizar con agua las paredes del horno para crear algo de vapor, esto ayuda a que se cree una buena corteza. A la media hora se baja la temperatura a 215º hasta que el pan esté hecho. Suele tardar unos 50 minutos si es una hogaza grande, pero como cada horno es un mundo no queda otra que vigilar.  Cuando al golpear con los nudillos la base suena a hueco, (cuidadito con quemarse…), el pan ya está listo. Sacar, dejar enfriar sobre una rejilla y disfrutar.

Receta básica de pan, detalle de la miga¿A que no ha sido difícil? Todo es ponerse y tener un poco de paciencia para que el tiempo, la levadura y el calor hagan su trabajo. A partir de esta receta básica ya podéis empezar a jugar todo lo que queráis: utilizando diferentes harinas y mezclándolas, utilizando en vez de agua leche, zumos de frutas, cerveza, yogur…, cambiando la proporción de agua a más o a menos, enriqueciendo la masa con frutos secos, con semillas, con aceite o mantequilla, con queso… las posibilidades son infinitas y os aseguro que esto de hacer pan engancha. Si os gusta, que estoy convencida de que sí, ya no podréis parar y en cuanto terminéis con uno ya estaréis pensando en cuál va a ser el siguiente. Es genial porque nunca se termina de aprender y de probar cosas nuevas, es todo un mundo. Y por supuesto el placer de comer y dar a los tuyos un pan hecho con tus manos es algo indescriptible. Todo un lujo a nuestro alcance, ¡animaos a hacer pan en casa y descubriréis de qué hablo!