Una de las bebidas más populares en la India junto con el famoso té chai es lo que allí llaman “ginger lemon honey”, una infusión de jengibre y limón endulzada con miel. Me atiborré de vasos de esta bebida tan curiosa, una mezcla de dulce, picante y ácido que me ayudó a pasar el gripazo que pillé durante el viaje. Además de estar buenísima esta infusión es un remedio natural contra los resfriados que combina la vitamina C y el efecto antioxidante y depurativo del limón, con las propiedades estimulantes del sistema inmunológico de la miel y las antisépticas y expectorantes del jengibre. Una maravilla que la medicina ayurveda lleva usando desde ni se sabe y que yo tomo desde que la descubrí.

Jengibre confitado

Jengibre confitado

Bueno, pues el otro día encontré jengibre confitado, y como soy tan novelera compré 100 g para probarlo, ¡y me encantó! Tiene todo el sabor concentrado del jengibre, esa mezcla de ácido y picante que tanto me gusta más el dulzor del confitado. Pero no son caramelos ni gominolas, no os creáis, sabe a auténtico jengibre y después de masticarlo se te quedan en la boca esas hebras fibrosas tan características de la raíz. Total, que pensando en cómo podría utilizarlo en alguna receta me acordé de la infusión de ginger lemon honey y se me ocurrió convertirla en un bizcocho, ¡y ha salido riquísimo! Nos ha encantado, es muy equilibrado, (no como el pan de Guinness del otro día…), y con un sabor delicioso en el que se aprecia tanto la miel, como el jengibre y el limón. ¡No esperéis a estar constipados para probarlo!

Ingredientes:

  • 130 g azúcar moreno
  • 70 g miel
  • 70 g mantequillaBizcocho de jengibre, miel y limón
  • 1 cda. zumo limón
  • 225 g harina repostería
  • 1 1/2 cdta. levadura química
  • 1/2 cdta. bicarbonato
  • 1/4 cdta. sal
  • 1 cdta. jengibre molido
  • 2 huevos batidos
  • 50 g leche
  • 25 g jengibre confitado
  • la ralladura de 1 limón

Para el glaseado:

  • 2 cdas. azúcar glas
  • zumo de limón

Bizcocho de jengibre, miel y limónPrecalentamos el horno a 180º y engrasamos nuestro molde, (yo utilicé uno alargado tipo plum-cake).

En un cazo calentamos a fuego medio la miel, el azúcar, la mantequilla y el zumo de limón sin que llegue a hervir hasta que todos los ingredientes estén derretidos y se haga una mezcla homogénea. Dejamos enfriar un poco.

Tamizamos la harina, levadura, bicarbonato, sal y jengibre molido y reservamos. Batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de azúcar, incorporamos la leche y removemos hasta que quede bien integrado. Añadimos los ingredientes secos que hemos tamizado junto con el jengibre confitado troceado pequeño y la ralladura del limón y mezclamos hasta que nos quede una masa homogénea y sin grumos. Vertemos esta mezcla en el molde y llevamos al horno.

Horneamos el bizcocho unos 40-45 minutos, hasta que haya subido y esté dorado y firme. Introducimos una brocheta en el centro, si sale limpia es que ya lo tenemos listo. Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldarlo. Lo dejamos enfriar en una rejilla del todo antes de ponerle el glaseado, para que no se nos derrita.

Bizcocho de jengibre, miel y limónPara hacer el glaseado simplemente mezclamos el azúcar glas con zumo de limón hasta que nos quede una buena densidad, ni demasiado líquido ni demasiado duro. Lo ponemos en una manga pastelera, (nos podemos fabricar una con una bolsa de plástico a la que le cortamos una esquina), y decoramos como más nos guste. Ya sólo nos queda preparamos un cafelito, té o infusión para acompañarlo, ¡que lo disfrutéis!