Soy adicta al glutamato, (entre otras muchas cosas…). Mi adicción no es severa, y aunque no es algo de lo que me sienta especialmente orgullosa tampoco es que me quite el sueño… ¿qué sería de nosotros sin nuestras debilidades? Un aburrimiento total. Pues sí, a pesar de intentar llevar una dieta sana y equilibrada, con productos de temporada y mucha fruta y verdura, resulta que cada cierto número de meses siento el irrefrenable deseo de llamar al chino de mi barrio y atiborrarme de pollo en salsa de almendras, tallarines fritos especiales y ternera en salsa de zanahorias picantes. Y pan chino. Sí, ése que es como un churro enrollado pero sin ser dulce, aunque igualmente aceitoso y atasca-digestiones. Ya que me da el arrebato de glutamato lo hago por todo lo alto, nada de medias tintas. Los rollitos de primavera también me pierden, pero como no te los tomes recién fritos se quedan más tiesos que la mojama, así que no suelo pedirlos.
Pues todo esto viene a que el otro día andaba yo pensando en cómo acabar con un trozo de col que andaba todavía por la nevera, (hay que ver lo que cunde una col…), cuando pensé en los rollitos de primavera y en hacer algo parecido utilizando la col. El único problema es que no tenía la masa que se utiliza para prepararlos, que no sé ni cómo se llama, así que decidí hacerlos con masa de hojaldre bien extendida. Quedaron genial, nos han gustado muchísimo, ¡y eso que no llevan glutamato! Os animo a hacerlos, salen buenísimos y los podéis adaptar a vuestro gusto. Yo los hice vegetarianos, pero podéis añadirles por ejemplo unas gambitas o un poco de carne picada y os quedarán fantásticos. ¡Que los disfrutéis!
Ingredientes:
- 1 placa de hojaldre
- 1 trozo de col, (unos 200 g)
- 1 puerro
- 1 nabo
- 2 zanahorias
- salsa de soja
- aceite
- pimienta
- sal
- 1 huevo batido para pincelar
Picamos la col en juliana muy finita y hacemos lo mismo con el puerro. Pelamos las zanahorias y el nabo y los rallamos. En una sartén antiadherente o en un wok ponemos un par de cucharadas de aceite y rehogamos toda la verdura durante unos 8-10 minutos, que pierda un poco de dureza pero que no se queda demasiado blanda, luego en el horno va a seguir haciéndose. Aderezamos con un poco de sal, pimienta y un par de cucharadas de salsa de soja. Podéis añadir las especias que os gusten, yo utilicé un molinillo de sal aromática estilo oriental que según dice la etiqueta lleva cúrcuma, cebolla, cilantro, perejil, romero y pimiento. Reservamos la verdura.
Ahora sobre la mesa de trabajo espolvoreada con harina colocamos la placa de hojaldre y la cortamos en rectángulos según la cantidad de rollitos que vayamos a hacer, (yo de una placa hice 3 grandes). Extendemos cada trozo con la ayuda de un rodillo hasta dejarlos bien finos. No queremos que suban en el horno, así que los pinchamos con un tenedor por varios sitios. Formamos rectángulos y vamos colocando la masa en el centro de cada uno, dejando como dos centímetros y medio a derecha e izquierda para poder cerrarlo bien. Plegamos hacia dentro los extremos de la masa sobre el relleno y vamos enrollando la masa de arriba hacia abajo sobre el relleno hasta cerrarlo del todo. Los pincelamos de huevo batido y los llevamos al horno precalentado a 200º unos 20 minutos hasta que estén dorados. Los acompañamos de salsa agridulce y a disfrutar.
Ceci, que me río con tus historias. A mi me pasa igual con el glutamato, mi marido dice que crea adicción, menos mal que el arrebato sólo nos da de vez en cuando que sino……
Me encanta la receta del rollito sobre todo porque no nos complicas buscando masas especiales y porque la haces en el horno…..¡¡¡odio freir cosas!!! por mucho cuidado que tengas siempre se pone la hornilla perdida, además de que son mucho más sanas.
Besitos
Me encanta que te rías con mis historias, Oli, las sonrisas son como los abrazos, ¡alimento para el espíritu! Tu marido tiene toda la razón del mundo, yo soy una adicta confesa pero como yo tiene que haber por ahí cienes y cienes de criaturas que cuando piensan “me apetece chino”, lo que su cuerpo en realidad les está diciendo es “¡quiero mi dosis de glutamato!” Y totalmente de acuerdo contigo con lo de la fritanga, salvo honrosas excepciones como las croquetas, normalmente prefiero mil veces las cosas al horno que fritas: más limpias, más sanas, más ligeras, me sientan mejor al estómago y encima no se queda ese olor a churrería por toda la casa, ¡y hasta en el pelo! Bsts
Bueno…parece que todos tenemos ese arrebato chino de vez en cuando. Tengo una bolsa de glutamato en casa y sólo la utilizo en contadas ocasiones para hacer comidas típicas como esta, que me ha encantado, no suelo utilizarlo mucho mas quizás en alguna salsa. Y aunque me gustan los fritos (yo tengo una freidora de agua) está claro que prefiero también el horno, bueno te dejo que ya estoy pensando en pedir chino y no me conviene, jejeje. Bezitos!
Ralu, ¿pero qué es eso de una freidora de agua???? Me he quedado muelta, en mi vida había oído hablar de eso, ahora mismo voy a preguntarle al oráculo = google a ver qué me cuenta de ese invento. Tampoco sabía que el glutamato se podía comprar así en bolsas tan ricamente, pensé que era un aditivo industrial que no estaba al alcance del consumidor casero. Te iba a preguntar dónde lo consigues, pero vista mi adicción mejor no indago sobre quién es tu camello… 😉 Bstos
Ceci, supongo que tu ansia por saber ya la habrás saciado pero te cuento: Me he explicado mal, la freidora es de aceite pero también lleva agua en el fondo para filtrar las impurezas, suele ser mas limpia que las convencionales. El glutamato lo venden en bolsas de 1kg. lo compré en una tienda de productos orientales, por supuesto aquí no, que no encuentro nada, la encargué en Madrid y al final casi no lo uso… cosas de novelero, jejeje. Bezitos.
Ralu, cuando inventen la verdadera freidora de agua me paso a los fritos del tirón, jajaja… ¿estaría bien, verdad?, aunque me temo que el sabor no iba a ser el mismo. Y anda que no tengo yo por ahí productos raros que he utilizado sólo una vez y luego si te he visto no me acuerdo, es lo que tiene la novelería, qué se le va hacer… Bstos!
Me ha encantado tu receta, no solamente porque me encantan los rollitos de primavera, pero también porque no son fritos y están hechos al horno!
Besitos
Me alegra que te guste, Valerie. A mí me pasa igual, los fritos no me van nada, y son ya bastantes recetas las que he transformado de fritas a horneadas. Las que no admiten el cambio son las croquetas, la verdad, se pueden comer… ¡pero no son croquetas! Bstos
La idea me ha parecido muy buena. Me encantan los rollitos de primavera y con tu versión “hojaldre” es mucho más fácil de hacer. Ideas sencillas que no se ocurren. Gracias
jajajajajajja como te entiendo!!!
si es que parezco yo hablando!!! 😀
Dichosa comida sana, de verduritas frescas y frutas de temporada…pescadito plancha …
Donde esté un buen chino con todas esas salsas maravillosas y un postre de super chocolate …..
Los rollitos caseros quedan buenos, sobre todo así como tú los has hecho!
De buena gana me comí 4 ahora.
Besitossss guapa
Di que si Ceci, que ya una se pone se pone pero a gusto.
La receta muy buena a mi es que me encantan los rollitos y las salsas glutamatadas o como quiera que se escriba.
Besos guapa.
Mª Carmen
Rosa: Me alegra que te guste la idea, da mucho rabia quedarse sin hacer una receta por no encontrar un ingrediente raro, así que estas ideas para “sustituciones” vienen muy bien. Bstos
Criss: Si es que todo tiene que haber en la viña del señor, ¿a que sí? No todo van a ser cocina casera y sana, ¡vivan los chinos y su glutamato! 😉 Bstos
Mª Carmen: Parece que somos unas cuantas las que estamos enganchadas a las salsas glutamatadas. Bueno, hay vicios peores… 😉 Bstos