¿Conocéis a algún niño al que le guste la coliflor? Hasta yo, que de pequeña era una bendita, no podía con ella. Con ella y con los cardos… que hasta el nombre lo tienen feo, ¡ay qué asco más grande!, (con perdón). Por más que mi madre tratara de camuflarla entre litros de mayonesa o de bechamel, es que no había manera, era capaz de detectar su sabor bajo el señuelo y me cerraba en banda. El olorcito que desprende cuando se está cocinando tampoco es que ayude demasiado, ¿quién se cree que algo que apesta como deben de oler los baños del Averno no va a saber igual o peor?, ¿es que nuestras madres se creen que nos chupamos el dedo?

Patatas y coliflor con crema de zanahorias al graténBueno, pues hoy os traigo la receta definitiva para engañar a vuestras pobres criaturas y que se coman un buen plato de verduras tan contentas, y no sólo ellos, esta receta de gratinado de patatas y coliflor con crema de zanahorias está increíble. Ha sido todo un descubrimiento, como guarnición o como plato único para una cena, por ejemplo, es perfecta. Podéis variar los vegetales a vuestro gusto: en vez de coliflor brócoli, o calabaza en vez de zanahorias… lo que se os ocurra. El toque maestro está en el gratinado, que no es el típico queso derretido y que sienta como una piedra al estómago, sino unas migas de pan mezcladas con ajo y un poco de parmesano que al gratinarse forman una capa crujiente deliciosa. No os cuento cómo huele el horno cuando se está haciendo… La única pega entre tantas bondades: que el crujiente sólo se mantiene el primer día, recién sacado del horno, en cuanto las migas de pan se enfrían y empiezan a absorber humedad se acabó la historia. Sigue estando muy bueno, pero ya no es lo mismo. En fin… la belleza de lo efímero. Las fotos no le hacen justicia pero nos ha gustado tanto que no quería dejar de compartirlo.

Ingredientes: (para una bandeja bien grande, la de la foto es sólo una muestra)

  • 1/2 kl patatas
  • 1/2 kl zanahorias
  • 1/2 kl coliflor
  • 3 cebolletas
  • 2 huevos
  • 200 cl nata para cocinar
  • 75 cl leche
  • 90 g pan
  • 80 g queso parmesano, (o de otro tipo pero que sea duro y no muy graso)
  • 4 dientes de ajo
  • pimienta negra molida
  • sal

Cocemos las patatas, las zanahorias y la coliflor todo por separado, que cada una tiene su punto de cocción. Yo lo hago todo en el microondas, os cuento cómo por si a alguien le sirve:

  • Las patatas las meto enteras y lavadas con un corte longitudinal en cada cara, les pongo la tapa y a potencia máxima hasta que el cuchillo entre sin casi resistencia. Luego las pelo y las troceo.
  • La coliflor la lavo, la limpio y separo los ramilletes. La meto en un recipiente de pirex con tapa con un chorrito de agua y a potencia máxima hasta que esté en su punto. Para que no huela la espolvoreo con un poco de cúrcuma. No sé si es por eso o por el tipo de cocción, pero el caso es que no huele nada de nada.
  • Las zanahorias las raspo, las corto a rodajas, y lo mismo que la coliflor pero sin la cúrcuma, para dentro hasta que esté tierna.

Ahora que ya tenemos todas las verduras cocidas batimos la zanahoria con los huevos, la leche, la nata y pimienta y sal al gusto. Reservamos.

Picamos pequeñita las cebolletas y las mezclamos con las patatas y la coliflor troceadas. Salamos un poco y cubrimos la base de nuestra fuente con esta mezcla. Vertemos encima la crema de zanahoria que hemos batido y la repartimos bien.

Ahora vamos a preparar el gratinado. Cogemos el pan y con las manos lo desmenuzamos haciendo migas. Machacamos los ajos muy bien y los mezclamos con las migas y con el queso. Aderezamos con un poco de pimienta negra y repartimos las migas por la bandeja, cubriendo la crema de zanahoria. Ya lo tenemos listo para entrar en el horno, a unos 200º 30-40 minutos, hasta que esté todo caliente, crujiente y dorado. Vais a ver qué cosa más rica, ¡que lo disfrutéis!

Fuente: Adaptada de “Cocina Vegetariana”, Susaeta Ediciones S.A.