Qué estrés, madre mía… La decoración de las fiestas, sobre todo de las que tienen grandes intereses comerciales, (que son todas básicamente), cada vez empieza antes. Cuando todavía estamos descolgando calabazas y murciélagos de Halloween ya se empiezan a ver las primeras luces navideñas adornando las calles. Como esto siga así va a ocurrir como en mi adorada peli “Pesadilla antes de Navidad”, que esos dos mundos van a acabar por cruzarse y nos vamos a encontrar a Papá Noel con una máscara de Scream dando sustos a los niños, gritando truco o trato y llenando su saco de chucherías, (lo que por otro lado explicaría su barriga…) Inquietante, ¿no?

Bueno, pues con la cabeza ya puesta en navidad, os traigo hoy esta receta de stollen, un dulce muy conocido dentro de la cocina alemana navideña y que por su forma quiere recordar a un niño recién nacido envuelto en sus pañales, por eso lo de cubrirlo con una capa de azúcar glas por encima. Ni que decir tiene que hay que echarle mucha, pero mucha imaginación para imaginarse que eso es un niño, pero bueno… la intención está ahí. Se trata de un pan dulce, aromatizado con especias y cítricos y que también se enriquece con frutos secos. Como suele ocurrir, varía bastante de un sitio a otro. Normalmente lleva también en su interior un centro de mazapán, pero como a mí no me hace mucha gracia así solo, lo hice trozos y lo incorporé a la masa, así no me encuentro el mordisco entero de mazapán pero el sabor está ahí. Nos ha encantado, y seguro que lo repetiremos. Una receta diferente para estas navidades, si estáis ya aburridos de tanto polvorón, mantecado y turrón… o si no lo estáis pero queréis probar algo diferente. Otra sugerencia para las fechas que se acercan: el pan de mono, buenísimo también y muy divertido de comer. Pues vamos con el stollen.

Ingredientes:

  • 1 huevo batido
  • 175 g leche
  • 50 g mantequilla fundida
  • 375 g harina de fuerza
  • 20 g levadura fresca
  • 50 g azúcar
  • 100 g pasas, (o los frutos secos que os gusten más)
  • 1 vasito de ron, (para macerar las pasas)
  • 100 g mazapán
  • 1/2 cdta. sal
  • 1/2 cdta. nuez moscada
  • las semillas de 4 vainas de cardamomo machacadas
  • la cáscara rallada de 1-2 limas, depende del tamaño

Para decorar:

  • mantequilla derretida para pincelar
  • azúcar glas

Si os acordáis la noche antes dejáis las pasas en remojo con el ron para que se hinchen y absorban el líquido. Si no, en el momento podéis meter un bol con el ron y las pasas en el micro hasta que hierva unos segundos y listo, también funciona.

En un bol grande mezclamos todos los ingredientes secos menos la levadura, las pasas y el mazapán y hacemos un volcán. En el centro añadimos el huevo batido, la mantequilla y la levadura disuelta en un poquito de leche tibia. Vamos mezclando y removiendo  a la vez que añadimos la leche poco a poco hasta que la harina la absorba toda. Si vemos que la masa ya está suficientemente húmeda podemos descartar algo de leche.

Amasamos durante unos 10 minutos, estirando la masa y doblándola sobre sí misma para atrapar aire dentro. Cada 2-3 minutos de amasado es bueno dejar descansar a la masa tapada, cuando volváis a ella no os costará tanto trabajarla, poco a poco irá cogiendo cuerpo y se volverá más maleable. Casi al final del amasado incorporamos el mazapán en trozos y las pasas, amasando un poco más para que se distribuyan de manera uniforme. Una vez que la tenemos elástica, firme y homogénea la cubrimos con papel film y la dejamos reposar hasta que doble su volumen. Normalmente es como una hora, pero dependerá de la temperatura: tarda más con frío y menos con calor.

Una vez que ha fermentado lo suficiente la sacamos con cuidado del bol para no rasgarla y la amasamos de nuevo con suavidad, para desgasificarla. Formamos una especie de barra ancha y extendemos con la ayuda de un rodillo una de las mitades, (a lo largo). Doblamos sobre sí misma esa mitad envolviendo con ella la otra mitad, pero sin llegar al borde, (en el vídeo que os dejo se ve muy bien), y volvemos a dejar reposar tapada como una media hora.

Precalentamos el horno a 180º, introducimos nuestro stollen y a los 10 minutos bajamos la temperatura a 150º hasta que se termine de hacer, unos 30-35 minutos más. Mientras todavía está caliente lo pincelamos con mantequilla derretida y lo cubrimos de azúcar glas. Dejamos enfriar en una rejilla ¡y a disfrutar! Ya veréis qué bueno está.

Adaptada de: “200 recetas de pan“, editorial Blume.