Mi hermano el Chef Poporo tiene la curiosa teoría de que cualquier cosa empanada y frita mejora automáticamente. De hecho a veces nos propone ciertos experimentos culinarios basados en semejante conjetura que nos ponen los pelos de punta… ¿Habéis probado a empanar y freír una chocolatina? Bueno… pues os diré que hay gente que lo hace…

Si yo tuviera una teoría parecida, sería la de que todo mejora después de pasar por el horno. Una masa casi líquida se transforma en un delicioso bizcocho, una mezcla de agua, harina y sal en una preciosa hogaza de pan, unas pelotitas de masa pegajosa en unas galletas fantásticas… y eso por no hablar del pescado al horno con su cama de patatas, cebolla y pimiento, o esos asados espectaculares con su salsa y guarnición. ¿Y las verduras?, ¿habéis observado cómo el sabor de los vegetales en el horno parece concentrarse e intensificarse? Bien, pues esta crema está hecha con verduras asadas al horno, y el sabor que se consigue es espectacular, además de que las especias le van a las mil maravillas. Hay que tener más paciencia que cociéndolas en agua, claro… porque el horno se lleva su tiempo, pero os aseguro que el resultado merece mucho la pena.

Ingredientes:

  • 2 cebollas
  • 1 buen trozo de calabaza, (el mío pesaba unos 700 g)
  • 1 batata
  • 2 zanahorias grandes
  • 4 dientes de ajo
  • 2 cdtas. semillas de cilantro
  • 1 cdta. semillas de comino
  • caldo de verdura, o agua si no tenéis
  • aceite
  • sal

Pelamos las cebollas y las cortamos en gajos. Pelamos la calabaza y la batata y las cortamos en dados. Pelamos las zanahorias y las cortamos en rodajas. Pelamos los ajos.

En una bandeja de horno ponemos todas las verduras, las embadurnamos con un buen chorro de aceite de oliva y las mezclamos con las semillas. Las cocemos en el horno sin tapar a unos 180º hasta que queden bien tiernas y doraditas, unos 40-50 minutos, id pinchándolas con un tenedor para ver cuándo están. Una vez cocidas las pasamos por la batidora con el caldo necesario para que nos quede la textura de una crema, (eso va en gustos, más espesa o más ligera), corregimos de sal si es necesario, ¡y listo! La podéis decorar con lo que queráis: unas hojas de cilantro fresco si os gusta, (a mí el fresco no me gusta, y sin embargo el sabor de las semillas me encanta), o un poco de cebolla seca, o unas pipas de calabaza… lo que se os ocurra. Os va a sorprender esta crema, tiene un sabor increíble. ¡Que la disfrutéis!

Fuente: Cocina Vegetariana, Susaeta Ediciones, S.A.