Soy esclava de mis arrebatos. No es que me sienta orgullosa al confesarlo, pero qué la vamos a hacer, cada una es como es… De vez en cuando algo extraño ocurre dentro de mi cuerpo que activa un mecanismo en mi cerebro que me ordena buscar con desesperación algo concreto. Vale… por lo general ese “algo” se llama CHOCOLATE, qué raro, ¿no?, pero no siempre es así. Puede ser carne, o comida china, (lo que llamo “síndrome del glutamato”, del que ya os hablaba a propósito de la receta de los rollitos de primavera), o hidratos de carbono, o lo que resulta más extraño: verdura. Cuando estoy en uno de esos momentos resulta peligroso dirigir mis pasos a un mercado, porque se me antoja absolutamente todo lo que veo, y es que no hay nada más bonito que un puesto de verdura y fruta bien arreglado. El problema es que en casa somos sólo dos, y a no ser que compres en una gran superficie esa verdura perfecta, plastificada y casi criogenizada que venden en bandejas de poliespan, la buena verdura tiene la mala costumbre de estropearse en unos días. Total, que eso fue lo que pasó el otro día, me fui al mercado en pleno arrebato verduril y volví a casa con 20 kilos de 15 variedades de verduras diferentes. De la necesidad de dar salida a todo ese verde que inundaba mi cocina surgió esta receta, que me recordó muchísimo al tipo de platos que comí durante un viaje fantástico a la India hace ya unos años. ¡Que lo disfrutéis!
- 2 berenjenas
- sal gorda
- 1 puerro
- 2 dientes de ajo
- 3 tomates
- 1/2 kl. garbanzos cocidos
- 2 calabacines
- 150 g. judías verdes
- 300 g. calabaza
- 200 g. espinacas frescas
- 4 zanahorias
- 75 g. pistachos tostados
- 2 cdas. perejil fresco picado
- 2 cdas. hierbabuena fresca picada
- 1 cdta. comino molido
- las semillas de 2-3 vainas de cardamomo molidas, (¡ojo con el cardamomo! su sabor es muy muy fuerte, no pasaros con la cantidad o al final parecerá que se os ha caído el bote de perfume en la cazuela, ¡os lo digo por propia experiencia!)
- 1 cdta. cúrcuma
- 1 cdta. pimentón dulce
- 1/2 cdta. canela molida
- caldo de verduras, (o agua, si no tenéis)
- aceite
Primero preparamos las berenjenas, que es lo que más tarda. Las cortamos en rodajas de 1 cm., las espolvoreamos con sal gorda y las dejamos escurrir en un colador durante media hora. Pasado ese tiempo las enjuagamos con agua fría y las secamos bien con papel de cocina. Las colocamos sobre una bandeja de horno, las pincelamos con aceite por ambos lados y las doramos al grill hasta que estén tiernas y doradas, dándoles la vuelta si es necesario. A mí me tardaron como unos 40 minutos, pero ya sabéis, cada horno es un mundo…
Picamos el puerro fino y lo cocinamos a fuego medio con un poco de aceite junto a los ajos prensados y las especias hasta que esté tierno. Añadimos los tomates, las zanahorias y la calabaza sin piel y troceados, los calabacines también a trozos y las judías verdes limpias de hebras. En el mortero picamos los pistachos grueso y los incorporamos también, junto al perejil y la hierbabuena. Añadimos agua o mejor caldo de verduras hasta que casi las cubra y dejamos cocer tapado a fuego lento hasta que todas las verduras estén tiernas. A última hora añadimos las berenjenas asadas a trozos y las espinacas frescas. Mezclamos, dejamos cocer otros cinco minutos más, ¡y ya lo tenemos listo!
Fuente: Adaptada de Cocina Vegetariana, Susaeta Ediciones, S.A.
Ceci por dios, este plato debe estar de muerte, me encanta todo lo que lleva, así que con tu permiso me lo llevo, y tu no te prives de los arrebatos verduleril que si salen recetas como ésta, ummmm.
Besitosss guapi
¡Hola Reme! Sí que está rico, y muy completo! Sabes qué otra cosa suelo hacer cuando me da el arrebato verduril? ¡Tu concentrado de verduras! Se lo echo a todo, es una maravilla! Bsts
Ceci, qué maravilla de plato cucharíl!! Rico y aromatizado como a mí me gustan. Te entiendo con esos arrebatos, creo que todos tenemos algo de ese “demonio” dentro que nos empuja hacia los caladeros mas insospechados jajaja. Bezitos!!
Ceci que receta tan rica me encanta, con tantas verduras y con las especias…
Un besazo guapa.
Maricarmen
Jajaja!! Y eso que todavía no hemos hablado de otro tipo de arrebatos, los que nos entran en las tiendas gourmet o en las herboristerías de calidad, cuando nos queremos llevar a casa a probar todas las cosas que vemos y no conocemos, ¡el arrebato de la novelería! Jajaja!! 😉 Bsts!
Otro pá ti, guapísima, ¡y a ver si nos vemos pronto, que ya va tocando!
Waaaaaauuu, que maravilla, Ceci, esto es un plato de fiesta, fiesta, tiene que ser increible con tantas verduras y especias aromáticas. ¿Sabes? creo que yo también tengo esos arrechuchos mercadiles pero, es que encima, lo disfruto más que un saráo, eso de traer bolsas y bolsas rebozando de frutas y verduras; más de una vez he ido buscando sólo una cosa y me las he visto y deseado para transportarlas en la moto… ¡una locura!
Hoy me siento ladrona y me llevo sin ningún escrúpulo la receta enterita.
Un universo de besitos guapísima!!!
Encantadisima de conocer tu blog!!!! Supe de ti por la dulce Inmiki….y un día por otro hasta hoy no he llegado a tu cocina, me ha traido éste riquisimo plato que me traslada inmediatamente a India…todo la cultura hindú me encanta (será porque trabajé con hindúes durante más de treinta años y guardo buenos y grandes amigos y familiares).
Has bordado la receta…..en un ratito vuelvo para ver con calma tu cocina.
Por cierto copio el enlace y tenerlo en la portada de la mia.
Besos…
¡Hola Kesito! Me alegra mucho que te haya gustado la recta, está muy buena y además es muy efectiva para esos ataques verduriles que nos dan! Un beso gordo, guapa!
¡Hola Toñi! Qué alegría me ha dado verte por aquí! A ver si nos conocemos pronto en persona, ¡eres de las pocas pipirraneras que me faltan por conocer! Yo te tengo en mi blogrol desde el principio y sigo tu blog desde hace mucho, ¡me encantan las recetas y también las historias! Un beso grande y lo dicho, ¡que nos veamos las caras pronto!