Resulta que voy a ser boca cabra… El otro día, después de otra visita al mercado y de su consecuente ataque verduril, me dio por preparar el primer gazpacho de la temporada. A bombo y platillo anuncié en mi casa que con ese gazpacho quedaba oficialmente inaugurada la temporada de buen tiempo, sólo quedaba que nos tomáramos unos espetos en la playa con una jarra de cerveza bien fría y ya no habría marcha atrás… ¡¡JA!! Al día siguiente de abrir mi boquita de pitonisa entró esa borrasca de narices que nos tiene a todos despistadísimos, sin saber si coger la crema solar o recuperar el chubasquero…
No me puedo creer que todavía no tuviera la receta en el blog del gazpacho, del bendito gazpacho… Para mí, junto con el puchero, es uno de los mayores logros de la humanidad. No hay nada que refresque más en verano que un vaso de gazpacho, ¡y que esté más rico! Encima es un batido de vitaminas con lo mejor de la dieta mediterránea concentrado, una verdadera maravilla, oiga. Como tantos platos, nadie hace un gazpacho igual a otro, incluso haciéndolo la misma persona, nunca te sale dos veces igual, y ahí reside también parte de su encanto. En cuanto a la manera de consumirlo, tampoco hay quórum. A mi “marío” le gusta bebido, en un vaso y en la otra mano un trozo de pan al que le va pegando mordiscos. A mí, sin embargo, me gusta en bol, con cuchara, y a poder ser con un picadillo de cebolla, pimiento, pepino y manzana además de trozos de pan y piquitos. Y a vosotros, ¿cómo os gusta tomar el gazpacho?
Aunque según me da varío bastante la receta y las proporciones, (a veces le echo manzana, a veces zanahoria, a veces más cantidad de tomate, a veces más de ajo…), ésta es básicamente mi receta del bendito gazpacho:
Ingredientes:
- 1 kl tomates maduros
- 1 pimiento verde
- 1/2 cebolla
- 1 diente ajo mediano
- 1 pepino mediano
- 6-7 cucharadas aceite de oliva
- 5-6 cucharadas vinagre vino blanco o de manzana
- 1 cdta. sal
- agua
- un trozo pequeño de miga de pan
Si quieres pelar los tomates puedes escaldarlos un momento en agua hirviendo para que sea más sencillo. Antes de introducirlos en el agua hazles un pequeño corte en cruz en los extremos, eso te facilitará mucho el trabajo luego.
En un bol bien grande picamos los tomates pelados con todo su líquido, el pimiento limpio y sin pepitas, el pepino pelado, la cebolla y el ajo. Añadimos un trozo de miga de pan, el aceite, el vinagre, la sal y remojamos todo con agua al gusto, (si queremos que nos quede más líquido o más espeso). Mezclamos todo muy bien, (yo lo hago con las manos, es una parte que me encanta…), y lo dejamos reposar tapado en la nevera unas horas. Si vais con prisa os podéis saltar este paso de “maceración” del gazpacho, pero yo no sé si será psicológico, pero cuando lo hago me parece que el gazpacho tiene más sabor.
Pues ya sólo falta meterlo todo en el vaso de la batidora y pasarlo hasta que todo esté bien triturado y no quede ningún trozo de verdura entera. Probamos y si es necesario rectificamos de lo que haga falta: agua, sal, ajo, vinagre o aceite… A la nevera hasta que esté bien frío y a disfrutarlo como más nos guste. La foto no le hace justicia, pero os aseguro que estaba riquísimo, lo cogimos con muchas ganas y no nos duró ni el día…
Cierto, el puchero y el gazpacho, dos clásicos que no pueden faltar en nuestras cocinas. Lo has preparado perfecto, riquisimo, suave…..y a pesar de los cambios tan bruscos y tan poco habituales que estamos teniendo, apetece!!!
Mi madre solía decir cuando ponía un plato caliente en pleno mes de Agosto, incluyendo los días de “terrá”…que al calor:calor……pués yo te digo: al fresquito: un gazpacho bien hecho, como el tuyo.
¡Muy buenas, Toñi! Jajaja… yo también había escuchado lo de “al calor: calor”, y seguro que es totalmente cierto, pero soy de las que son incapaces de tomarse un plato caliente en el mes de agosto, ¡es que sólo de pensarlo ya me entran los sudores! Un beso grande, guapa.