Unos huevos rellenos te solucionan un almuerzo o una cena en un momento. Son geniales para el verano, porque es una comida que siempre apetece: algo ligero, sencillo, fresco y rápido de hacer. Además como son tan versátiles puedes utilizar casi cualquier lata que tengas olvidada en la despensa para hacerlos. Yo cuando fui a ponerme a ello me di cuenta que sólo me quedaba una lata de atún, (¿cómo ha podido pasarme eso?). Ningún problema, cogí una de melva en tomate que tenía por ahí ni de me acuerdo cuándo y listo. Y todavía me quedaban opciones para inventar rellenos alternativos, como sardinillas en aceite o en tomate, anchoas, salmón… ya sabéis, ¡imaginación al poder! A propósito, ¿sabéis que las latas de conserva son un invento militar? A principios del siglo XIX el Ministerio del Interior francés convocó un concurso de I+D+I, (aunque en esa época no se llamaba así, claro), para ver quién conseguía el mejor método de conservar alimentos frescos durante largas temporadas, ya que los pobres soldados napoleónicos en sus largas campañas militares lo pasaban nada más que regular con el tema de la comida, lo que no ayudaba mucho a mantener la moral de la tropa alta. Contraían enfermedades por ingerir alimentos en mal estado y algunos hasta morían. Por no mencionar la dieta que llevarían los pobres… En fin, el invento de las latas de conservas cambió todo eso, ¡y también el fondo de todas nuestras despensas! Si queréis saber más, os dejo un enlace donde cuentan el origen de las latas.

Ingredientes: (para 5 huevos)

  • 5 huevos
  • 1 lata de atún
  • 1 lata de melva en tomate
  • aceitunas con anchoas, (5-6)
  • aceitunas negras, (5-6)
  • mayonesa
  • ketchup
  • 2 cogollos de lechuga
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • limón

Primero cocemos los huevos, los cubrimos con agua fría y cuando empiece a hervir contamos unos 10-12 minutos. Un truquito, para que no se te abra la cáscara y se salga parte de la clara: hazles un pequeño agujerito a cada huevo por el extremo más gordo ayudándote de un cuchillo. Golpea repetidas veces con la punta de un cuchillo fino hasta que se haga un pequeño agujero en la cámara de aire que tienen y eso ayudará a que no se rompan. Cuando estén listos refréscalos con agua fría antes de pelarlos para que te sea más sencillo. Pártelos por la mitad y sácales la yema con cuidado, dejando el hueco para rellenarlos. Guarda dos yemas para adornar, el resto las utilizaremos para el relleno.

Picamos los cogollos de lechuga bien finitos, los lavamos y los escurrimos muy bien.

Ahora preparamos los dos rellenos:

Huevos rellenos en su nido de atún y de melvaPara el de atún escurrimos el aceite de la lata y en un bol lo mezclamos con las aceitunas picadas en rodajitas pequeñas, con la mitad de las yemas cocidas y con un par de cucharadas de mayonesa. Reservamos.

Para el de melva echamos toda la lata con su tomate en un bol y la mezclamos con las aceitunas negras picadas también fino y con la otra mitad de las yemas. Deshacemos bien los filetes para que se mezclen con el tomate y quede jugoso.

Huevos rellenosY ahora ya solo queda montar el plato. Ponemos un buen lecho de lechuga picada y la aliñamos a nuestro gusto con aceite, sal y limón. Vamos rellenando los huevos con las dos mezclas y colocándolos sobre la lechuga. A mí me gustan que vayan cargaditos, así que no me limito a rellenar el hueco, le extiendo también una capa de relleno por toda la superficie. Una vez que hemos terminado cubrimos cada uno de ellos con un par de cucharaditas de mayonesa, (para los de melva la mezclé con un poco de kétchup, para poder diferenciarlos bien). Ahora cogemos las dos yemas que habíamos reservado y con la ayuda de un rallador espolvoreamos en cada huevo virutas de yema cocida. ¡Y ya los tenemos listos! A disfrutar de una comida de lo más veraniega, ¡no hay verano sin gazpacho y huevos rellenos!