Qué bien, me encanta la cocina de invierno: cazuelas, potajes, ollas, pucheros, cocidos… Soy fan del cuchareo y cuando llega esta época no hay semana que no prepare alguno.
En el mercado de productos ecológicos del que os hablé el otro día compré unos judiones hermosísimos a buen precio, (había otros con denominación de origen de “mírame y no me toques”), y con ellos he hecho este plato. La receta sencillísima, pero es que no le hace falta nada más. Bueno, bueno de verdad.
- 1/2 kl judiones
- 1/2 kl almejas o chirlas
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 tomate maduro
- 1 cabeza de ajos
- 1 hoja de laurel
- 1/2 cdta. pimentón dulce
- pimienta
- perejil
- aceite
- sal
Ponemos en remojo los judiones la noche anterior. Las almejas también en remojo con agua y sal unas 4-6 horas para que suelten la tierra que puedan traer.
Se ponen a cocer los judiones cubiertos de agua con la cabeza de ajos, la hoja de laurel, un poco de sal y un chorrito de aceite. Si los queréis hacer a la forma tradicional es a fuego lento semitapados. Yo los hice en la olla rápida y aun así me tardaron unos 45 minutos, pero es que son enormes.
Mientras tanto se hace un refrito con la cebolla y el pimiento en juliana con un poquito de sal. Cuando estén pochados se le añade el tomate pelado y picado y que fría otro rato hasta que esté hecho. Se aparta del fuego y se le incorpora el pimentón mezclándolo bien. Cuando los judiones están tiernos trituramos unos cuantos para darle consistencia al caldo y reservamos. Se vuelve a poner al fuego el refrito con tres cazos del agua de cocción de las legumbres. Cuando hierva se le añaden las almejas escurridas y se tapa. Una vez abiertas se vuelca el refrito con las almejas sobre los judiones para que de otro hervor todo junto. Se rectifica de sal, se espolvorea con perejil picado y se deja reposar un rato antes de servir. Riquísimo.