Pues ya estamos de vuelta de las vacaciones de Semana Santa, ¿qué tal os han ido? Nosotros hemos pasado unos días estupendos, rodeados de buenos amigos, buena comida y en un lugar privilegiado de la costa gaditana, Conil de la Frontera, ¿qué más podemos desear? Pues ya puestos que hubiera hecho mejor tiempo, claro, pero tampoco vamos a ser agoniosos. Aprovechamos mucho los momentos de sol, que también los hubo, y por otro lado la lluvia, un mar embravecido por el temporal y un sofá con su mantita también tienen su encanto, ¿o no?

Pues ha sido acabar las vacaciones y el buen tiempo ha vuelto a Málaga, tiene guasa la cosa. Con el calor apetecen de nuevo las ensaladas y una de las más populares por aquí es la pipirrana, que ofrece muchas variaciones en las distintas provincias de Andalucía. La base es siempre la misma, de lo más refrescante: tomate, pimiento verde, cebolla, pepino y un aliño de aceite, vinagre y sal, ¿os suenan de algo los ingredientes? Pues sí, le añadimos un poco de pan, agua y ajo, trituramos y tenemos ese gran invento de la humanidad que es el gazpacho.

En Málaga la típica pipirrana es con pulpo, raro es el bar que no la ofrece de tapa, en Cádiz te la ponen mucho con huevas, en Jaén va medio majada con ajo, huevo duro y a veces atún, y en Granada me la han puesto con judías blancas y aceitunas. Si es que en la variedad está el gusto. Esta receta la preparé para cenar y como el pulpo es un poco indigesto decidí sustituírlo por otros ingredientes, además de enriquecerla con garbanzos. Muy rica, fresca y completa, y como habéis visto admite todo tipo de variaciones para que la podáis adaptar a vuestros gustos.

Ingredientes:

  • 1 tomate de ensalada grande
  • 1 pimiento verde
  • 1 pepino
  • 1/2 cebolla
  • 1 bote de garbanzos cocidos, (o cocidos en casa)
  • 1 lata de mejillones, (yo utilicé en escabeche, pero pueden ser al natural)
  • 3 palitos de cangrejo
  • 12-15 gambas cocidas
  • aceite
  • vinagre
  • sal

La preparación es muy sencilla. Lavamos bien el tomate y el pimiento y pelamos el pepino y la cebolla. Cortamos todo a cuadraditos pequeños y mezclamos en la ensaladera con los garbanzos lavados y escurridos del líquido de conservación. Añadimos los mejillones, los palitos troceados y las gambas. Preparamos una vinagreta con aceite, vinagre y un poquito de sal, (con 1 parte de vinagre por 3 de aceite sale una buena vinagreta). Aliñamos y mezclamos bien para que todo coja sabor y ya la tenemos lista. Este tipo de ensaladas están más buenas preparándola con antelación, para que cuando llegue el momento de servirla el aliño haya cogido bien en todos los ingredientes y hayan tomado sabor. Una buena manera de seguir comiendo legumbres durante el verano, cuando los potajes la verdad es que no apetecen tanto. Que la disfrutéis.