No, no es que por fin haya perdido definitivamente la cabeza y no sepa ni en qué día vivo, es simplemente que esto es lo más cerca que voy a estar de preparar una receta para el famoso 14 de febrero, más conocido como Día de Los Enamorados  merced a El Corte Inglés y demás centros comerciales. En general no trago las fiestas que tratan de mercantilizar nuestros sentimientos, y hay unas cuantas… pero la de San Valentín es probablemente a la que le tengo más rabia. Será porque tampoco soy mujer de corazones, flores de un día, color rosa y peluches con forma de osito, o será que no soporto que me digan cuándo tengo que prepararle una cena romántica a mi pareja. El caso es que, como diría Escarlata O’Hara, a Dios pongo por testigo de que jamás publicaré una receta romántica el 14 de febrero.

Pero como me puede la vocación de servicio y sé que muchas personas buscan ideas para San Valentín, pues aquí tenéis una receta perfecta para celebrar una ocasión especial, (eso sí, si no queréis que me piten los oídos durante todo el día, queda terminantemente prohibido hacerla el 14 de febrero, cualquier otro día del año me vale). 😉

El molde de corazón me lo trajeron los Reyes Magos, que además de no  tener sentido de la medida, son unos graciosillos a los que les divierte regalarme corazones. Y ya que me los regalan habrá que darles uso, ¿no? La tarta está de muerte… y a pesar de las apariencias no es nada empalagosa, palabra de honor.

Ingredientes: (para una tarta pequeña)

  • 2 huevosTarta de chocolate y yogur de San Valentín
  • 100 ml aceite (yo pongo la mitad de oliva y la mitad de girasol)
  • 100 g yogur natural
  • 115 g azúcar
  • 150 g harina repostería
  • 2 cdas. cacao en polvo
  • 2/3 cdta. bicarbonato
  • 1 pizca sal
  • 50 g chocolate negro

Para el relleno y la cobertura:

  • 125 g yogur de frutas del bosque, (o del sabor que os guste)
  • 200 ml nata para montar
  • 4 cdtas. azúcar glas

Para la decoración de chocolate:

  • unas onzas de chocolate blanco y negro

Como siempre lo primero que hacemos es poner el horno a precalentar, (a 180º) y engrasamos nuestro molde. También derretimos el chocolate al baño María o en el microondas y lo dejamos que temple un poco.

Batimos bien los huevos en un bol grande. Añadimos el yogur, el aceite y el azúcar y volvemos a batir todo junto hasta que esté cremoso. En otro bol tamizamos la harina, la sal, el bicarbonato y el cacao en polvo. Incorporamos estos ingredientes secos a los húmedos y mezclamos bien. Añadimos el chocolate fundido y batimos hasta que la mezcla esté homogénea.

Rellenamos el molde y lo llevamos al horno durante unos 35 minutos. Lo mejor para saber si está hecho es introducir una brocheta en el centro del bizcocho, si sale limpia es que está listo.

Dejamos que entibie unos minutos y luego lo desmoldamos y lo dejamos enfriar del todo en una rejilla. Mientras tanto vamos a preparar el relleno.

Suero del yogur

El yogur escurriendo en el colador y el suero en el fondo del vaso

Abrimos el yogur y le quitamos el suero para que el relleno no quede muy líquido. Para hacerlo ponemos el yogur en un colador de tela o en un paño de algodón fino  y lo dejamos que escurra durante un rato colocándolo en un vaso. El suero irá cayendo gota a gota en el vaso, como veis en la foto.

Para el montaje final de la tarta es muy muy importante que el bizcocho esté totalmente frío, de otro modo la mezcla de nata y yogur se nos va a venir abajo. Una vez montada la nata con el azúcar glas,  con una espátula y movimientos envolventes la mezclamos con el yogur muy suavemente para que mantenga su consistencia. La dejamos en la nevera hasta que vayamos a utilizarla.

Cortamos el bizcocho con un cuchillo largo y mucha paciencia en dos partes. La capa de abajo la rellenamos con la mitad de la crema y con la otra mitad cubrimos la parte de arriba. Pues listo, ya solo nos queda decorarla como más nos guste y disfrutarla. Los adornos de chocolate son la primera prueba que hago jugando con chocolate derretido. Está claro que tengo mucho que aprender, pero para una primera vez no han quedado tan mal, ¿no?

Para las formas de chocolate negro: lo primero es derretir chocolate de cobertura. Luego hacemos un cucurucho de papel vegetal, lo rellenamos con el chocolate, le cortamos la punta y hacemos dibujos y formas sobre papel de hornear: rejas, espirales, flores, estrellas… Dejamos que se endurezcan en la nevera y los separamos con cuidado.

Decoración de chocolatePara las formas bicolores: derretimos también un poco de chocolate blanco. Extendemos chocolate negro sobre papel vegetal y luego un poco del blanco encima, también podemos hacer líneas con la ayuda de otro cucurucho. Con un palillo los mezclamos un poco y lo dejamos entibiar. Cuando está firme pero todavía no demasiado duro cogemos un cortapastas con la forma que queramos y cortamos las formas. También podemos utilizar un cuchillo bien afilado. Los guardamos en la nevera hasta que vayamos a utilizarlos para que estén bien duros y ya está. ¡Probadlo algún día! Además de ser divertido te puedes comer todos los recortes, no es nada complicado y puede darle a vuestros postres el toque definitivo. ¡Que lo disfrutéis!