Sí, ya lo sé… Cuando todo el mundo está buscando o publicando ideas para los menús navideños, salgo yo con una receta de pan. Pero es que precisamente por eso, porque la red está inundada de canapés, asados, carnes rellenas, mousses y troncos de navidad, de lo que menos me apetece escribir es de todo eso, y de lo que SIEMPRE me apetece hablar es de pan. Pero mira por dónde esta entrada también podría llevar la etiqueta de “recetas de navidad”, porque hablando de pan, creo que en estas fechas en las que se cuidan tanto los detalles de lo que llevamos a la mesa, no deberíamos olvidarnos nunca de nuestro alimento primigenio. Elegimos productos muy cuidados, platos de lo más elaborado, recetas originales y sorprendentes… y sin embargo lo más usual es que para acompañar todas esas delicias te encuentres con la misma barra chiclosa y aburrida de todos los días, ¡pues eso se acabó! Ya que estos días elegimos platos especiales para agasajar a nuestros invitados, ¿por qué no hacerlo también con unos bollitos de pan hechos con tus propias manos? Os aseguro que vuestros amigos y familia quedarán encantados. ¡Pues vamos a ello!
Estos panecillos están hechos con harina integral ecológica de espelta que nos regalaron en El Molino de Coín durante nuestra visita al Valle del Guadalhorce. Recién molida por la piedra, todo un lujo. Tiene un sabor a cereal increíble, una verdadera maravilla.
Ingredientes:
Para el prefermento:
- 120 g yogur, (yo utilicé griego, que era el que tenía)
- 120 g harina espelta integral ecológica
- 5 g levadura fresca de panadería
- 50 g agua
Para la masa final:
- el prefermento
- 500 g harina espelta integral ecológica
- 13 g sal
- 5 g levadura fresca de panadería
- 250 g agua
Para el prefermento mezclamos todos los ingredientes y los dejamos a temperatura ambiente unas 3-4 horas, no hace falta amasarlo.
Pasado ese tiempo cogemos un bol grande y hacemos un volcán con la harina, la sal y la levadura, (si es fresca la podemos disolver un un poquito de agua tibia). En el centro añadimos el prefermento. Mezclamos un poco y vamos incorporando el agua poco a poco mezclándolo todo bien con las manos. Amasamos un poco dentro del bol hasta que todos los ingredientes estén integrados y volcamos sobre una superficie enharinada, ahora toca amasar. Esta masa no es muy húmeda y es fácil de trabajar. Dadle descansos de unos 3 minutos a la masa cada 2 de amasado y veréis como va mejorando bajo vuestras manos. Con unos 8 minutos de amasado es suficiente. Para el primer levado se unta ligeramente con aceite un bol y se coloca la masa hecha una bola. Se tapa con papel film y a esperar como una hora, aunque el tiempo siempre va a depender de la temperatura que haga. Vigiladla para ver cuándo está. La espelta no sube tanto como el trigo, así que difícilmente doblará su volumen, pero estará cerca.
Ahora se amasa ligeramente para desgasificar. Dividimos la masa para hacer los bollitos con el peso que queramos, esta vez yo los hice pequeñitos, como de unos 40-50 g. Boleamos y dejamos reposar 15 minutos para que la masa se relaje. Le damos la forma definitiva a los panecillos y colocamos en una bandeja de horno con papel de hornear. Espolvoreamos de harina y cubrimos con un paño limpio. Dejamos en un lugar cálido durante aproximadamente otros 45-60 minutos.
Precalentamos el horno a 200º durante al menos 20 minutos. Justo antes de meterlos les hacemos un pequeño corte en el centro con unas tijeras. Pulverizamos las paredes del horno con agua para crear vapor y los horneamos durante unos 15 minutos hasta que estén dorados. Dejamos enfriar en un rejilla… ¡y a sorprender a nuestros invitados!
¡¡FELICES FIESTAS!!
