Seguimos con pocas ganas de carne y buscando una manera diferente de comer verdura me decidí por esta receta de gratinado de zanahorias y maíz, de un libro que me regaló mi marío de cocina vegetariana saludable. Nos ha gustado mucho, es muy original y la combinación de sabores muy diferente pero muy rica. La hierbabuena con la pimienta le da un punto genial y el gratinado con las pipas y el sésamo un toque crujiente perfecto. Si como a mí os gusta probar sabores nuevos os recomiendo esta receta, os va a sorprender.
Ingredientes:
- 450 g zanahorias
- 160 g maíz
- 1 cda. miel
- 1/2 cdta. jengibre molido
- una pizca nuez moscada
- 2 cdas. hierbabuena picada
- 3 cdas. caldo vegetal
- pimienta negra molida
- sal
Para el gratinado:
- 4 cdas. pan rallado
- 30 g harina integral
- 1 cda. semillas de sésamo tostadas
- 1 cda. pipas de girasol peladas
- 5 cdas. aceite girasol
- pimienta negra molida
- sal
Las zanahorias las pelamos, las cortamos en rodajas y las cocemos hasta que estén tiernas. Las mezclamos con el maíz, la miel, el jengibre, la nuez moscada, la hierbabuena y el caldo vegetal. Sazonamos con sal y pimienta al gusto y repartimos la mezcla de vegetales sobre una fuente apta para horno. Allanamos la superficie.
Por otro lado mezclamos el pan rallado, las semillas y la harina. Vertemos el aceite poco a poco y vamos removiendo para que impregne toda la mezcla. Sazonamos con sal y pimienta y lo extendemos uniformemente sobre la capa de vegetales. Horneamos durante 20 minutos en el horno precalentado a 190º hasta que se tueste la superficie.