Bueno, parece que por fin ha entrado el otoño, y con él el fresquito que habría que esperar para el mes de octubre. A ver si es verdad porque por lo menos en Málaga hasta el fin de semana pasado ha hecho un tiempo de playa estupendo. Estaban los chiringuitos que ni en verano, se nota que la gente quería aprovechar lo que podían ser los últimos días de calor del año. Aunque aquí nunca se sabe, recuerdo Navidades que comentábamos lo ridícula que quedaba esa nieve artificial adornando los escaparates de los comercios mientras la gente iba en chanclas por la calle, y que más valdría poner en los belenes a la Virgen María con vestido de tirantas y a San José en bermudas, porque los pobres debían de estar cociéndose, con el calor que deben de dar una mula y un buey echándote el aliento…

Bueno, pues para animar un poco este otoño os traigo un plato de legumbres y cuchareo riquísimo, jibia con garbanzos en salsa de almendras. La jibia en salsa de almendras es un plato tradicional de la cocina malagueña delicioso, de esos de no parar de mojar pan. Combinándolo con los garbanzos resulta un plato muy completo además de buenísimo. Que lo disfrutéis.

Ingredientes:Jibia con garbanzos

  • 1 kl jibia, (puede ser congelada)
  • 3 cdas. harina
  • 400 g garbanzos remojados desde la víspera, (o de bote ya cocidos)
  • 300 g guisantes congelados
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 100 g tomate concentrado, (o 300 g tomate natural triturado)
  • 12-15 almendras sin piel
  • 1 rebanada de pan duro
  • 1 cdta. pimentón dulce
  • 1/4 cdta. chile molido, (si os gusta un poquito picante)
  • 4 cdas. perejil fresco picado
  • aceite
  • sal

Si vamos a utilizar garbanzos secos los ponemos en remojo la noche anterior en agua tibia con un poquito de sal. Si son de bote, como vienen ya cocidos, los añadiremos al final.

Una vez descongelada la jibia la secamos un poco y la cortamos en trozos de unos 2,5 cm. Sazonamos, enharinamos los trozos ligeramente y los doramos en la olla rápida con un par de cucharadas de aceite. Dos o tres minutos es suficiente. Sacamos los trozos de jibia y reservamos.

Cortamos la cebolla en juliana, (en tiras finas) y laminamos los ajos. En el mismo aceite de haber dorado la jibia rehogamos la cebolla y el ajo hasta que empiecen a tostarse, unos 8-10 minutos. Incorporamos el tomate concentrado y dejamos que se fría durante 3-4 minutos. Ojo con que no se os pegue o salpique que el tomate es muy traicionero. Añadimos agua suficiente para cubrir los garbanzos, (si tenéis caldo de pescado mucho mejor). Enjuagamos bien los garbanzos del agua de remojo y cuando esté el caldo caliente los incorporamos a la olla. Si es necesario retiramos la espuma que pueda salir. Cerramos la olla y contamos unos 20 minutos desde que empiece a soltar vapor. Los tiempos son aproximados, como ya sabéis el tiempo de cocción depende mucho de la calidad de las legumbres, del tipo de olla y de la dureza del agua.

Mientras tanto vamos a preparar el “majao”. Tostamos las almendras en una par de cucharadas de aceite con cuidado de que no se nos quemen porque amargarían y freímos también la rebanada de pan por ambos lados. Lo majamos todo con la ayuda de un poco de agua  y reservamos.

Pasados esos 20 minutos incorporamos los trozos de jibia y añadimos el “majao”, el pimentón y el chile  molido si lo queremos. Volvemos a cerrar la olla y otra vez contamos unos 20 minutos para que se haga la jibia y se terminen de cocer los garbanzos.

Para acabar añadimos los guisantes congelados y dejamos que hierva todo el conjunto, ya sin cerrar la olla, unos 8-10 minutos hasta que los guisantes estén tiernos. Comprobamos que todo esté en su punto, espolvoreamos con el perejil picado, rectificamos de sal si es necesario y a disfrutar.

Si utilizáis garbanzos ya cocidos os saltáis los primeros 20 minutos de olla rápida y los añadís al final junto con los guisantes, después de haberlos enjuagado bien del líquido de conservación. No es lo mismo que cocerlos en casa, pero lo verdad es que son de lo más cómodo.