He aquí una receta perfecta para empezar a hacer galletas, son la cosa más fácil del mundo y salen riquísimas. Si sois chocolater@s con bañar algunas con chocolate derretido con un poco de mantequilla y un chorrito de leche listo, ya las tenéis adaptadas para l@s más golos@s de la familia.

La receta es del libro “Repostería y Panadería paso a paso” que me echaron los Reyes, y la verdad es que tiene unas recetas muy “apañás” y muy sencillas de hacer, le estoy sacando partido. Os pongo la receta original aunque yo hice la mitad de las cantidades que indica, no quería que se me inundara la casa de galletas como con las hojuelas

Ingredientes:

  • 175 g mantequilla
  • 275 g azúcar moreno
  • 1 huevo
  • 4 cdas. agua
  • 1 cdta. extracto de vainilla
  • 375 g copos de avena
  • 150 g harina repostería
  • 1 cdta. sal
  • 1/2 cdta. bicarbonato

Precalentamos el horno a 180º y preparamos una bandeja con papel de hornear engrasado.

En un bol grande batimos la mantequilla en pomada y el azúcar. Añadimos el huevo, el agua y el extracto de vainilla batiendo cada vez que incorporamos un ingrediente hasta obtener una mezcla homogénea.

En otro cuenco mezclamos los ingredientes secos, los copos de avena con la harina tamizada, la sal y el bicarbonato. Vertemos poco a poco esta mezcla sobre la de mantequilla y removemos bien hasta formar una pasta con todos los ingredientes bien distribuidos.

Sobre la bandeja de horno que hemos preparado disponemos cucharadas de mezcla bien separadas entre sí para que no se unan cuando se horneen. Las metemos en el horno unos 15 minutos hasta que estén doraditas. Al salir puede parecer que están blandas pero al enfriarse cogen consistencia. Las dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumirlas. Se conservan muy bien en un recipiente hermético. ¡A disfrutar!