Esta receta está sacada de un libro de cocina Árabe que me regaló Gusarapete, y viendo la escasez de sus ingredientes nadie lo diría, pero están deliciosas.
La mezcla de semillas no la trae la receta original, pero es que me las trajo mi némesis y las utilizo siempre que puedo, y aparte le dan un puntito a las croquetas.
Ingredientes
- 3 Puerros
- 30 Gramos de mantequilla
- 3 Cucharadas de harina
- Perejil
- Medio litro de caldo de pollo
- 1 huevo
- Pan rallado
- 2 cucharadas de Mezcla de semillas trituradas (calabaza, girasol, lino, goyi y sésamo)
- Aceite
Retiramos la parte sobrante de los puerros y los lavamos, los cortamos en rodajas finitas y sofreímos 5 minutos.
Añadimos el caldo y dejamos reducir unos 10 minutos.
Hacemos una bechamel espesa con la harina y la mantequilla y la añadimos al puerro.
Removemos bien un par de minutos a fuego medio y dejamos enfriar la masa al menos una hora.
Mezclamos las semillas con el pan rallado.
Sacamos la masa de la nevera y vamos haciendo bolitas del tamaño de una nuez y las pasamos por huevo batido y por la mezcla de pan rallado.
Freímos en aceite hasta que estén doraditas y las servimos con perejil espolvoreado por encima.
Anoche nos las cenamos. Estaban buenísimas, con una textura muy suave y riquísimas. ¡Enhorabuena al cocinero!